La metafísica y la filosofía de la naturaleza de Schopenhauer lo llevaron a la doctrina del pesimismo: la opinión de que los seres sintientes, con pocas excepciones, están obligados a esforzarse y sufrir mucho, todo sin ningún propósito o justificación final y, por lo tanto, la vida realmente no vale la pena vivirla. Esta es una visión que rara vez ha sido defendida en la historia del pensamiento occidental y se convirtió en un problema filofófico potente para Nietzsche y los existencialistas ateos.